viernes, 16 de mayo de 2008

Alucinaciones inconclusas

De pronto me encontraba bajo un árbol, reposando sobre la alfombra verde proporcionada por mama naturaleza y los buenos cuidados de los jardineros del centro, al principio solo observaba como el viento movía las hojas de dicho árbol, tranquilamente llevadas por una especie de melodía muda, solo las tocaba y ellas comprendían la manera en que debían moverse, contonearse suavemente, dejándose llevar por una magia sin sentido, una magia abrumadoramente irresistible, una magia que pude observar mientras las hojas bailaban sobre mi cuerpo tendido....

Aun así, necesitaba algo mas para completar la atmósfera, y entonces se me presento. como invocado mentalmente por mis ondas electromagnéticas cerebrales, la música comenzó a surgir por la parte superior del asfalto que cubría los alrededores de mis aposentos...
Y los sonidos comenzaron a atraer seres de distintas tribus urbanas, comenzaron a acoplarse para ver el espectáculo de cerca, y mientras mas se llenaba el lugar mas sola me encontraba, cada vez menos individuos se encontraban a mis alrededores, así, comencé a disfrutar cada vez mas de la atmósfera embriagante que se empezó a formar alrededor mio, quizá solo yo lo comprendía, quizá solo yo sabia la que me querían decir todos los elementos en conjunto, que así nomas por ganas, comenzaron a bailar, a cantar, a interpretarse corporalmente ante mi, aquellas ramas que solo se movían para si, comenzaron a interpretar una danza específicamente para Miqela, y ella así lo comprendió, ella lo supo, yo lo supe...

Me deje llevar por la dulzura de sus movimientos y opte por moverme con ellas mientras intentaba describirme correctamente lo que sucedía en la punta de sus manos verdes, en la pronta terminación de sus ramas sensibles, fluidizadas con vibras que quería tener en mi poder, y entonces lo vi! De ellas aparecían diminutos puntitos de colores, de todos los colores, (hasta había algunos que no sabia como definirlos), los puntos comenzaron a crecer a ensanchar su alegría, a tomar forma, forma que supe reconocer al instante... Ojos, vivarachos, observadores, dopados con armonía, e insistentemente incitadores al baile....



(interrupción paternal... próxima continuación)




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